El mundo es un sueño lineado por un contracto social, moral, de conceptos y percepciones y esto es trasmitido de generación en generación. Somo seres domesticados para aceptar estos contratos, llegando al punto que la rebeldía es tímida y nos auto domesticamos para seguir esos parámetros aprendidos. Para convivir con ese sueño y no resulte en una pesadilla, podemos llegar a 4 acuerdos:
1. Se impecable con tus palabras:
El poder de la palabras puede destruir una vida o ayudar a crecer y florecer, por eso se debe cuidar lo que se dice, puede destruir a alguien y a ti mismo, pues es un reflejo de como te ves, ser implacable con tus palabras te hace respetable ante los demás y ante ti mismo. Cada uno tiene un sistema de creencias que escupe por la boca, buenas o malas es un acuerdo individual.
2. No te tomes nada personal:
Como la ley de Newton, toda acción tiene una reacción, así como el primer acuerdo cada uno tiene poder con sus palabras y es un reflejo de cada uno, así que las palabras de otros no te lo tomes personal, es un reflejo de su sueño, su mundo y cada sueño es independiente del tuyo. Si no te tomas las cosas personal, evitas conflicto, porque no te tienes que esforzarte para contradecir los reflejos de los demás. Esto aplica con palabras negativas como positivas, es la manera de ver el mundo de los demás según su sistema de creencias.
3. No hagas suposiciones:
No se puede inferir nada, si tienes dudas, aclara, si sospechas, pregunta, Inferir o suponer ideas sin pleno conocimiento te hace pensar que es cierto y te lo tomas personal, si crees que tiene que ver contigo envenenas tu alma. Si se crece una historia basada de la suposición sin fundamento, justo en el momento de conocer la verdad, hay dolor en el alma.
4. Has siempre lo mejor que puedas:
Has siempre lo mejor que puedas, así nunca tendrás que arrepentirte o recriminarte nada. Este acuerdo es el que permite que los otros 3 se conviertan en hábitos profundos, es la realización de los 3 primeros. Llevar todas las ideas a la acción, la inacción solo es un cúmulo de ideas infructíferas. El miedo de llevar a cabo esas ideas, por el miedo de fracasos pasados te anclan. Dejar ir el pasado es disfrutar lo que acontece en el momento presente, pensar en el pasado es vivir a medias, no apreciar lo que pasa en el ahora.
Buen resumen David
ResponderEliminar